
Un ladrón ruso, de Moscú concretamente y llamado Viktor para más señas, entra a robar a una peluquería creyendo el muy ingenuo que eso era coser y cantar pero una empleada lo reduce con un puño, -cágate, lorito- haciendo alarde de sus conocimientos de artes marciales. Total, la Bruce Lee lavacabezas condujo al asustado ladrón al trastero de la peluquería y lo amarra a un radiador, va a la farmacia y compra una buena dosis de Viagra y -pueden imaginarse el resto aquellas cabecitas dignas de cualquier peli de Tarantino-¡lo viola durante 48 horas! Por lo menos tuvo la decencia de soltarlo que si no la fricción podría llegar a desgastar el pequeño aparato del hombre ...
Concluyendo, la empleada acaba denunciada por violación, y esta contraataca con una denuncia por intento de robo, pero lo mejor no es eso si no la indignación que expresa la chica que dice :" Qué idiota. Sí, lo hicimos algunas veces, pero le compré un nuevo par de pantalones, lo alimenté, le di de beber y hasta algo de dinero (1.000 rublos = 23 euros) cuando lo liberé"
¿Es para morirse o no? Que se lo cuenten al que se le ocurrió entrar a robar...
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